¿Se te ha echado el tiempo encima y no tienes disfraz? Aquí tienes consejos fáciles y rápidos para tener un disfraz sencillo y efectivo

¿No tienes todavía qué ponerte el 31 de octubre? Te proponemos un disfraz de Halloween casero de última, puesto que los clásicos son los más sencillos y los que te pueden sacar de un apuro. Pero recuerda que todo está abierto a la imaginación y puedes hacer las modificaciones que quieras.

El maquillaje es la clave de cualquier disfraz. Modificando tu cara puedes amoldarla a la ropa que lleves puesta, un disfraz más carnavalesco o de lo más oscuro y aterrador. Unos consejos básicos para maquillaje de Halloween:

  • Blanquear la cara
  • Ojeras negras
  • Oscurecer la zona de contouring
  • Labios manchados de sangre falsa
  • Maquillaje rojo alrededor de los ojos

Es la mejor época del año para reutilizar la ropa que no usas, camisetas rasgadas y manchadas te pueden sacar del apuro en un santiamén. Lo mismo se aplica con pantalones, camisas o faldas. Un vestido puede servir para crear disfraces cortando la parte inferior, añadiendo detalles o dándole formas precisas.

¡Coge unos vendajes y cúbrete con ellos! Cuanto peor puestas estén, más terrorífico será, así que no te preocupes. Esta es una de las pocas ocasiones en las que no importa si te sientas en lugares sucios, solo mejorará el atuendo.

Otro disfraz típico y que sin duda tendrá éxito es el de vampiro o vampiresa. Ropa negra, una tela o capa roja, mucho maquillaje y una mirada lúgubre es todo lo que necesitas.

Métete en la mente de un mimo y crea una sensación tétrica toda la noche. Pantalón negro, camiseta a rayas, guantes blancos y un sombrero. El ladrón es aún menos colorido y con ropa negra y un saco de patatas con el signo del dólar se puede realizar.

Con la película de la Familia Adams está de moda disfrazarse como Miércoles Adams, y es que es un disfraz muy sencillo de hacer. Dos trenzas y un vestido negro con cuello de camisa blanco conforma el disfraz.

Las calaveras mexicanas siempre quedan bien, coloridas y sin necesidad de ropa específica. Un resultado parecido es el de las ninfas, un vestido con diferentes tipos de maquillaje pueden ser útiles.

Si no tienes ganas de maquillarte, buscar ropa y decorarla, siempre puedes acudir al disfraz más trillado y que seguro que nadie se espera… Conviértete en fantasma con una sábana.

Te vistas de lo que te vistas, lo que no debe faltar para dar miedo es ¡una buena cantidad de sangre! Así que no te cortes, sal a la calle y pásalo “de muerte”.