Qué puedes hacer para tener una melena larga y fuerte. Trucos para garantizar la salud capilar
Si estás intentando dejarte crecer el pelo, pero no te conformas con algo que no sea una masa espesa y brillante que reluzca a kilómetros de distancia, no te puedes perder este post: ¡tenemos las claves de la felicidad capilar!
La verdadera pregunta: “¿Cuánto tengo que esperar para tener mi melena?”
El ciclo de crecimiento del cabello es muy simple, nace, crece y muere, como cualquier ser vivo. Y, al igual que nosotros, también pasa por diferentes fases que dependen de otras muchas variables.
Nuestro cuero cabelludo se suele mantener con la mayor parte del pelo durante todas las fases, y aún así perdemos una media de entre 50 y 100 pelos a diario. Esto, por supuesto, depende mucho de la salud de la persona, así como de su herencia genética y hormonas.
Un pelo tarda de 1 a 4 meses en formar el folículo que le dará vida, después empezará a crecer en un tiempo estimado de 2 a 6 años y finalmente morirá y se caerá. Depende del cuidado que le demos que pare de crecer a los 2 años o a los 6, y de qué manera lo hará.
Se considera que un pelo crece 0,4 milímetros al día, así que, si estás intentando dejarte una melena larga y sedosa recuerda tener paciencia.
El quid de la cuestión, ¿cómo hacemos para acelerar este proceso?
La realidad es que no hay ningún milagro que garantice este fenómeno. La única certeza a la que han llegado los expertos es que sí hay una condición que lo posibilita, y es el embarazo. La razón es el éxodo hormonal que experimenta la embarazada y el problema es que no podemos tener un hijo cada vez que nos corten de más en la peluquería.
No obstante, lo que sí podemos hacer es cuidar el cabello para que crezca sano y así evitar la caída o la interrupción de la fase de crecimiento. En este caso no obtendremos resultados instantáneos, pero sí vamos a avalar que tendremos una melena larga y que no será fina y quebradiza.
Trucos para garantizar la salud de nuestro cabello:
1. Corta las puntas repetidamente. Las puntas abiertas, además del factor estético, también son embestidas directas a nuestra salud capilar ya que retrasan el crecimiento y acelera la caída. Lo óptimo sería cortarse un par de centímetros cada dos o tres meses para mantenerlo.
2. Si la idea es dejarlo largo, una manera trágica de ralentizarlo es abusar de químicos. Nutre, hidrata y revívelo con nutrientes a partir de vitaminas naturales. Los productos químicos son innecesarios cuando no hay un déficit concreto que acatar, en cuyo caso habría que asistir al especialista. El caso es que muchas veces los tratamientos radicales o las repetidas oxigenaciones acaban por incidir muy negativamente en el cuero cabelludo, llegando a ser los antecedentes de una alopecia futura. ¡Ah! ¡Y nunca olvides revisar que tus productos no contengan amoniaco!
3. Temperaturas altas. La mayoría de las personas con pelo largo ya han comprobado que el uso de planchas y secadores arrasa con la salud capilar. Nuestro consejo: usa el secador, sí, pero a una distancia de seguridad, y a temperatura templada, o lo que conseguirás será un pelo poroso y envejecido. También se puede complementar con un protector térmico, ¡pero no lo uses como pretexto para abusar del calor! En el caso de las planchas y rizadores no somos tan benévolos, ¡SÓLO EVENTUALMENTE!
4. Cuídate, mímate, purifícate. El pelo no es más que un reflejo de nuestro interior, razón por la que su brillo desaparece al mismo tiempo que nos apagamos nosotros. Lleva una dieta equilibrada, bebe mucha agua, haz ejercicio, si sientes un estrés prolongado o irreconciliable visita a un psicólogo, y cuida mucho los cambios hormonales (una de las principales causas de la caída). El pelo es una muy buena forma de saber si estamos en forma mentalmente, pide cita a tu médico de cabecera, él te derivará a un especialista según las carencias.
5. Vitaminas. Una manera para acelerar el rejuvenecimiento capilar es tomando alimentos ricos en: Biotina (B7, B8 o H) contra la caída; Hierro para la oxigenación; Vitamina D para mayor sujeción; B12 para la hidratación, las canas y la caída; Magnesio para las montañas rusas hormonales; Zinc para reparar el pelo quebrado; Cobre para la pigmentación natural; Y ácido Fólico (B6) para la elasticidad y fortaleza. Si resides en España ya tienes medio camino hecho, ya que la dieta mediterránea es ideal para absorber todos estos nutrientes. Es cierto que también podemos conseguirlas en pastillas en un herbolario o una farmacia, pero asegúrate que sean naturales, en caso de que se traten de medicamentos consulta siempre con un dermatólogo.
6. Masajea el cuero cabelludo cuando te laves el pelo, y hazte más trenzas que coletas, es una manera de llevarlo atado, pero sin estirarlo hasta la rotura.
Consigue una melena llena de elasticidad, fuerte y sedosa… Pero no olvides que lo más importante es que no es tan importante. El largo llegará sólo si te cuidas a ti primero. ¡La verdadera fórmula del éxito se traduce en una salud física y mental fuerte y una alimentación equilibrada!